lunes, 22 de junio de 2009

A mis hermanos caídos


El hueco en el asfalto mató a miles
la bala se quedó en el cerebro de aquel adolescente
el que salió a manifestar por sus derechos
el que silenciaron desde afuera
el que silenciaron desde adentro

La guerra clausuró miles de palabras
pero
que no clausure la voz
de los que aún están vivos
que no acabe con los recuerdos
que no mate la lengua madre de la tierra
que no callen tu voz hermano mío

A luchar por lo que es tuyo desde el centro
desde la periferia
desde el río
desde el sur

No son tuyas las marcas de la industria
ni las máquinas que causaron tu herida
ni el dinero que gana el patrón a borbotones
Tuya es la dignidad por la que luchas
el dinero no debes mendigarlo con trabajo
debes exigirlo
por derecho
El pan es tuyo pues tu lo siembras
la tierra es tuya pues te parió indio
te parió negro
La tierra es madre de tus hijos
es de tus manos y las mías
no del que construye una mina
donde antes había un bosque
una selva
una tribu

Tus manos hermano mío son el oro
no los lingotes que el imperio guarda
con el sudor del Potosí
con las manos de los negros caídos
El oro es el sol que solo se esconde con la noche
para dar paso al misterio de los sueños
¿Y de quien es el Sol?
El Sol no tiene dueño.

A mis hermanos caídos
no los voy a olvidar
ni por asfalto ni por oro.

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